lunes, 23 de julio de 2012

Se acabó

Se acabó



Sí. Se acabó

Eso digo yo,
He intentado no verlo
Pensar que no
He intentado …
Lo he intentado todo

Pero, yo diría que se ha acabado
Y cuanto antes lo reconozca
Será
Mejor

Mejor para mí
Y para tí
Que podrás volar con libertad
Sin tener que mirar a un lado
Ni dar un paso atrás por pena
Pena
Suena terrible...

Se acabó,
Con lo que te quiero.
Ahora estoy convencido
Y enfadado
No me hace falta nada más
Paso ya de tí, mi vida
Estoy harto!

Es mi momento
Mi  turno
Me divertiré y beberé
Y bailaré, sí bailaré aunque no lo creas
Y reiré una y cien veces
Hasta que me oigan las piedras

Hasta que me oigas tú
Y sufras por mi felicidad
Hasta que sientas el dolor de mi ausencia
Si! Ya lo creo que lo sufrirás

Se acabó
Hasta nunca!
En serio!



M.Ac
7/2012



Del amor al odio, y vuelta atrás, como niños. Que risa.
Siento la necesidad de escribir unas palabras después de cada poema, no me preguntes por qué.

Sobre este no diré nada más. Está bastante claro creo.
Ah, para eso escribo entonces los comentarios... Para explicarme. Por miedo a que no se me entienda... 

Bueno, lo seguiré haciendo hasta que me salga de las narices..., si no le importa a usted, vamos!

domingo, 8 de julio de 2012

La mano derecha


La mano derecha


Triste, pensativo,
las yemas de tus dedos me sorprenden.
Rozan mi piel suavemente,
provocando un escalofrío en mi nuca.
Avanzan con dulzura, lentamente,
hasta que siento el tacto de la palma entera.
Las lágrimas, indecisas, parecen volver a mis ojos.

Siento como se desplaza hacia mi hombro,
manteniendo ese calido contacto en cada centímetro que recorre.
Y siento como lo aprieta, cariñosamente.
Y siento tu antebrazo en mi espalda.
Tu pecho se aplasta contra mi brazo izquierdo,
y siento su calor, el calor de tu cuerpo
que aún quiere acercarse más
a pesar de que no queda ya ni aire entre los dos.

Levanto entonces la vista del suelo,
y giro la cabeza, para mirarte.
Y me encuentro con tus ojos a dos dedos de los míos.
Tu nariz casi toca mi nariz,
y tus labios se apoyan entreabiertos en mi piel.
Tus ojos me sonríen.

¿Pueden sonreír unos ojos?
Sí, los tuyos pueden sonreír, e incluso hablar.
Tus ojos hablan sin hablar y me dicen:
- “Te quiero, pase lo que pase no importa porque te quiero,
así que no te preocupes tanto, ¿vale?”.
Y mis ojos contestan -“Vale”.


M.Ac
3/2010



Este es para compensar "La mano izquierda". Lo escribí poco después.
Los sentimientos pueden ser diferentes según el día, y de hecho lo son. Y según vienen estos, así saltan las palabras al papel a intentar buscar cada una su lugar.

Luego lo leo y bueno, a mi me gusta mucho. Y sobre todo me trae muy buenos recuerdos.

Puede que sea un poco erótico también... y tierno, muy tierno, ¿verdad?.


La mano izquierda


La mano izquierda


Lo único que puedo sacrificar es mi mano.
¿Quieres que sacrifique mi mano?.
Si,  quiero.
Pero, ¿no te parece demasiado?.
Es que si no lo haces tú, lo tengo que hacer yo.
Entiendo, para ti es también demasiado.

Para mi es más que para ti.
¿Por qué?
Porque yo sin mi mano no soy nadie, ponte en mi lugar.
¿Y qué pasa conmigo?, ¿es que yo no necesito la mía?.
Yo te cuidare, cuando la necesites me lo dices.
Ah!, vale.

¿Y si sacrificas la izquierda, al menos?
Eres un cabrón.
Tú no me quieres.
Perdone usted por no quererle. Cabrón.


M.Ac
3/2010




Tras este poema se esconde un sentimiento muy amargo.
A veces podemos pedir sacrificios imposibles, sólo porque somos unos egoístas. Yo lo soy... lo he sido muchas veces, lo fuí esa vez... me he dado cuenta después.

Te pido perdón por ello.