domingo, 8 de julio de 2012

La mano derecha


La mano derecha


Triste, pensativo,
las yemas de tus dedos me sorprenden.
Rozan mi piel suavemente,
provocando un escalofrío en mi nuca.
Avanzan con dulzura, lentamente,
hasta que siento el tacto de la palma entera.
Las lágrimas, indecisas, parecen volver a mis ojos.

Siento como se desplaza hacia mi hombro,
manteniendo ese calido contacto en cada centímetro que recorre.
Y siento como lo aprieta, cariñosamente.
Y siento tu antebrazo en mi espalda.
Tu pecho se aplasta contra mi brazo izquierdo,
y siento su calor, el calor de tu cuerpo
que aún quiere acercarse más
a pesar de que no queda ya ni aire entre los dos.

Levanto entonces la vista del suelo,
y giro la cabeza, para mirarte.
Y me encuentro con tus ojos a dos dedos de los míos.
Tu nariz casi toca mi nariz,
y tus labios se apoyan entreabiertos en mi piel.
Tus ojos me sonríen.

¿Pueden sonreír unos ojos?
Sí, los tuyos pueden sonreír, e incluso hablar.
Tus ojos hablan sin hablar y me dicen:
- “Te quiero, pase lo que pase no importa porque te quiero,
así que no te preocupes tanto, ¿vale?”.
Y mis ojos contestan -“Vale”.


M.Ac
3/2010



Este es para compensar "La mano izquierda". Lo escribí poco después.
Los sentimientos pueden ser diferentes según el día, y de hecho lo son. Y según vienen estos, así saltan las palabras al papel a intentar buscar cada una su lugar.

Luego lo leo y bueno, a mi me gusta mucho. Y sobre todo me trae muy buenos recuerdos.

Puede que sea un poco erótico también... y tierno, muy tierno, ¿verdad?.


1 comentario:

  1. este poema es mi favorito (until the next one, i am sure). i love it, love it :)
    muy, muy tierno, si, and the descriptions of each moment as it happens--full impact.

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